AVE Y MITO
Año III N° 34
1 de junio de 2020
Texto: Alicia Grela Vázquez
Imagen: Elsa Sposaro
SUMARIO
Mirlo fiel
Mirlo enamorado
Adonis
Mirlo fiel
Juan Ramón Jiménez
Cuando el mirlo, en lo verde nuevo,
un día
vuelve, y silba su amor, embriagado,
meciendo su inquietud en fresco de
oro,
nos abre, negro, con su rojo pico,
carbón vivificado por su ascua,
un alma de valores armoniosos
mayor que todo nuestro ser.
No cabemos, por él, redondos, plenos,
en nuestra fantasía despertada.
(El sol, mayor que el sol,
inflama el mar real o imaginario,
que resplandece entre el azul
frondor,
mayor que el mar, que el mar.)
Las alturas nos vuelcan sus últimos
tesoros,
preferimos la tierra donde estamos,
un momento llegamos,
en viento, en ola, en roca, en llama,
al imposible eterno de la vida.
La arquitectura etérea, delante,
con los cuatro elementos
sorprendidos,
nos abre total, una,
a perspectivas inmanentes,
realidad solitaria de los sueños,
sus embelesadoras galerías.
La flor mejor se eleva a nuestra
boca,
la nube es de mujer,
la fruta seno nos responde sensual.
Y el mirlo canta, huye por lo verde,
y sube, sale por lo verde, y silba,
recanta por lo verde ventean te,
libre en la luz y la tersura,
torneado alegremente por el aire,
dueño completo de su placer doble;
entra, vibra silbando, ríe, habla,
canta... Y ensancha con su canto
la hora parada de la estación viva.
y nos hace la vida suficiente.
¡Eternidad, hora ensanchada,
paraíso de lustror único, abierto
a nosotros mayores, pensativos,
por un ser diminuto que se ensancha!
¡Primavera, absoluta primavera,
cuando el mirlo ejemplar, una mañana,
enloquece de amor entre lo verde!
MIRLO
Adonis
Un vínculo sentimentalmente importante fue el de la afrodisíaca Venus con Adonis. El más bello de los jóvenes humanos fue producto del incesto del rey Cíniro de Chipre con su hija Mirra, quien voluntariamente estaba realizando en esa ocasión su complejo de Electra (consistente en la mujer en el enamoramiento sentido en relación con el padre y el rechazo de la madre).
Cíniro y Mirra – V. Solis
Ella, para evitar que su progenitor le impusiese la muerte como castigo ejemplar pretendidamente moralizante, a su infracción capital: el máximo exceso, la transgresión de las normas patriarcales, se transformó en el árbol que conservó con vida al fruto de su embarazo y que permitió se extrajera al neonato Adonis.
Nacimiento de Adonis - Franceschini
Cuando el fiero Marte supo del romance de Afrodita y Adonis, hizo uso de la característica propia de los dioses: la metamorfosis, y mutó en jabalí. Con sus largos colmillos, por celos incontrolables hacia el nuevo amor de su eterna amante, hirió de muerte al hermoso joven. De la sangre del príncipe, derramada por el irascible dios, surgió una mata de anémonas.
Marte, Venus y Adonis
Venus quiso auxiliar a su joven enamorado, pero no pudo salvarlo de la pulsión asesina de su violenta y permanente pareja. Además, la desenfrenada acción de Ares lastimó también a Afrodita, provocándole numerosas heridas. De las gotas que de ellas brotaron, nacieron rosas blancas que luego mutaron en rojas.
Venus, Adonis y Cupido
El gran Zeus, conmovido por el profundo sufrimiento de Venus, se apiadó y le concedió al infortunado enamorado como licencia que pasase la mitad del año sobre la tierra y la otra en el Hades (el mundo subterráneo y oscuro de los muertos). Así Adonis podría simbolizar el paso del sol, en los dos períodos (primavera – verano y otoño – invierno), correspondientes al perigeo y apogeo respectivamente. Nuestra estrella en su movimiento aparente sube en la esfera celeste, hasta llegar a la constelación de Cáncer, para luego bajar hasta alcanzar la de Capricornio.
El sistema geocéntrico de Tolomeo
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.