AVE Y MITO
Año II N° 20
Marzo de 2019
Texto: Alicia Grela Vázquez
Imagen: Elsa Sposaro
SUMARIO
Ibis
Hermes
Ibis
El culto a la naturaleza fue un lugar común en numerosas culturas de la antigüedad. Animales tales como leones, águilas, cobras y otros fueron símbolos de poder, se han asociado a los dioses o a quienes detentaban el poder político. Entre los celtas el roble fue un árbol sagrado. Cada cultura vio en un ser viviente o en un astro, una fuerza física ambiental, o en un fenómeno meteorológico un símbolo, e hizo de él un tótem.
Ibis
En el Imperio Egipcio el ibis eremita concentró su atención muy especialmente. Prueba de ello es su frecuente aparición en sus jeroglíficos. Actualmente el ibis es un ave es perteneciente a una especie en peligro de extinción, según muestran los registros conservacionistas y proteccionistas. Esta extraña ave ha sido objeto de múltiples descripciones científicas y literarias.
Ibis
El ibis es un ave de talla media: mide aproximadamente setenta y cinco centímetros de largo y puede pesar hasta un kilogramo y medio. Su plumaje es negro brillante con tonalidades iridiscentes de aspecto metálico o púrpura. Es distintivo su pico largo y curvo con tonos rojizos. Tiene en la nuca un penacho de largas plumas. Pero su cabeza sin plumas le da aspecto de anciano, que justifica su nombre científico: Geronticus (del griego geras: anciano).
Ibis
E. Wallis Budge ofrece una descripción del ibis: “El Ibis es un pájaro de color negro oscuro, con piernas fuertes y como especie ya está extinta en la actualidad. Esta descripción pertenece al Ibis negro que combate las serpientes. Éste es el tipo común, pues existen dos pájaros o dos especies de este mismo pájaro, bastante distintas.”
Ibis variados
Y Budge continúa abundando sobre una variedad de ibis: “Lo común es que este pájaro tenga su cabeza y su garganta desnuda de plumas. Sus plumas son generalmente blancas, pero la cabeza y la nuca son negras claras, así como también las extremidades de sus alas y la cola”.
Tot
La imagen del ibis eremita, que aparece grabada en los caracteres jeroglíficos de las areniscas del Valle del Nilo, equivalía entonces a “ser benéfico”. Se le asociaba con la luna. Y se la consideraba como la encarnación del dios lunar de la sabiduría: Tot. Él tenía autoridad sobre todas las deidades y fue también inventor de la escritura, las palabras y el lenguaje articulado. Por esa razón era patrón de los escribas, de las artes y las ciencias.
Ramsés III ante el dios Tot
El arqueólogo E. Wallis Budge ilustra la cuestión cuando menciona a Herodoto quien contó que “una vez fue a un lugar de Arabia, casi opuesto exactamente a la ciudad de Buto, para investigar acerca de las serpientes. A su llegada a un templo vio serpientes enroscadas en las columnas en tal número que era imposible describirlas, la historia sigue diciéndonos que en la época de primavera las serpientes venían de Arabia y entraban en Egipto a través de un cañón; pero se encontraban con los pájaros Ibis y éstos las destruían a todas”.
Ale, sirviente del Ibis sagrado en el templo de Isis
El divino Ibis era el escriba de los dioses. Registraba todos los actos humanos y divinos. En esto tenía una función complementaria a la de Hermes, mensajero de los dioses entre los griegos. Su jerarquía de ibis sagrado le permitía a su vez, tener a Ale como su sirviente en el templo de Isis, la diosa madre, la reina de los dioses, protectora de la maternidad y el nacimiento.
Isis
El dios Tot medía el tiempo y estableció y fijó el primer calendario y oficiaba de escribano sagrado. Pero también es notario y juez. Él asistía al pesaje de las almas realizado en una balanza, en el llamado Juicio de Osiris.
El Juicio
En el Juicio de Osiris, fundamental en el panteón egipcio, el divino escribano anotaba las respuestas de los difuntos sobre su conducta pasada en vida. Según fueran sus acciones buenas o malas, el peso de su alma variaba. Luego entregaba los resultados a Osiris.
Ibis escriba de los dioses
El dios Tot tenía conocimientos amplios y variados. Incluso los egipcios creían que sabía la trayectoria de todos los objetos. Se le conocía como protector de los inventores (siendo él uno de ellos), pues era el señor de la sabiduría, como la Virgen Palas Atenea (Atenea Partenós) lo era entre los antiguos helenos y Minerva entre los romanos.
Tot
Su actividad se extendía a las Artes. Era tenido por arquitecto y dibujante, pues era hábil en la realización y trazado de dibujos, bosquejos y esquemas. También se le atribuye la invención de un instrumento musical: la lira. Esto lo consagró como lutier (lutier) y músico. Con esto directa e indirectamente incidió en la Literatura, pues contribuyó a la Poesía lírica.
Ibis
Los antiguos pobladores de Egipto tenían al Ibis eremita entre sus animales sagrados. La gente consideraba al ave como un animal protector, defensor y bienhechor. La asociaban con la especie humana como benefactora, porque nos protege al devorar a las peligrosas serpientes venenosas y reptiles en general. En esto se podría vincular al ibis con Esculapio y la Medicina.
Hermes
El dios Hermes (Mercurio) fue el hijo de la pléyade Maya (Maia) y Zeus. Desde su infancia mostró su capacidad para el engaño, la mentira y el hurto. Su experiencia en este campo comenzó en su primer día de vida, cuando estaba aún en la cuna, se escapó y le robó animales a, el luminoso Apolo.
Hermes y Maya
En esa misma noche inventó la lira que luego debió entregar a su medio hermano a cambio del ganado, pues era él su legítimo dueño. Esto hizo de Hermes el protector de comerciantes y ladrones. Pero también fue un hábil embajador y mensajero eficientísimo de los dioses.
Hermes (Mercurio) – Mural en Vigo, Galicia
Para realizar sus múltiples actividades contaba con algunos objetos de propiedades muy singulares. El principal de todos ellos era su caduceo, la vara con las dos serpientes enroscadas que se convirtió en símbolo del comercio. Le había sido regalado por Mercurio. Este bastón mágico, que lo identificaba como diplomático, abría y cerraba los ojos de los mortales.
Hermes
En el conjunto de prendas especiales y complementos sobresalía el petaso: un yelmo que le permitía, al ser usado como casco o sombrero, tornarse invisible. En ocasiones lo facilitaba a héroes que con él realizaban hazañas y proezas impensables, como lo fue para Perseo sobrevivir a la mirada petrificante de la Medusa Gorgona.
Mercurio - Artus Quellinus
Sus otros accesorios distintivos eran la bolsa ajustable con cuerdas y las sandalias aladas que le permitían moverse y transportarse con mayor velocidad. Además dos animales lo identificaban: el gallo y la cabra, aunque su auténtico avatar y símbolo era la cigüeña, así como el águila era el de Júpiter, su padre.
Hermes atándose las sandalias
Hermes atándose las sandalias - Lisipo
De joven tuvo amores fecundos con Afrodita (Venus). De ellos nació Hermafrodito, cuya educación fue encargada a las Náyades, protectoras de los ríos y las fuentes. Vivió en el Monte Ida hasta que el amor hizo que su vida cambiase. Desde entonces muchas historias se contaron de él.
Hermafrodita
Por su gran creatividad se vinculó a Hermes con las artes. La Música lo contó como precoz lutier desde su nacimiento, al crear entonces el instrumento más significativo para los griegos: la lira. Sin embargo también fue representado por Goltzius como artista plástico, realizando una pintura, con el caduceo en una mano y la paleta en la otra, sin sandalias y a sus pies, el ave de corral.
Mercurio – H. Goltzius
El poeta Homero le dedicó un himno a Hermes en el cual lo invocó como el de multiforme ingenio de astutos pensamientos, ladrón, cuatrero de bueyes, jefe de los sueños, espía nocturno, guardián de las puertas, que muy pronto habría de hacer alarde de gloriosas hazañas ante los inmortales dioses.
Hermes
