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jueves, 3 de diciembre de 2020

AVE Y MITO N° 40

Año IV N° 40

Diciembre  de 2020

 

Pelícano

Texto: Alicia Grela Vázquez

Imagen: Elsa Sposaro

Sumario

Pelícano
El Minotauro



Pelicano

Durante mucho tiempo se creyó que estaba relacionado con los pájaros bobos, con fragatas, cormoranes, faetones y alcatraces, pero ahora se considera que están más estrechamente relacionados con el pico zapato y el ave martillo, y se sitúan en el orden Pelecaniformes, junto a ibis, espátulas, garzas y avetoros.


https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/d/d4/Pelikan_Walvis_Bay.jpg

Pelicano


El pelícano se ha convertido en el símbolo de Cristo y de la resurrección, especialmente en los bestiarios heráldicos, cuyas primeras obras hicieron su aparición en Europa alrededor del siglo XII.


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Pelicano


Una  buena razón es que popularmente se cree que esta ave es capaz de sacrificarse a sí misma para alimentar a sus pequeños. La religión  cristiana estableció la analogía con Jesús, entendiendo que el Nazareno se sacrificó para salvar a la humanidad. En la Edad media, el Ave Fénix se representó a menudo bajo forma de pelícano.


Un día en la Vida de los Pelicanos





EL MINOTAURO


Son variadas las fuentes que cuentan que la reina de Creta (la esposa de Minos) apasionada por el Toro Blanco de Neptuno, pidió a Dédalo que le fabricara un dispositivo para posibilitar la ansiada unión con la bestia. El ingeniero lo construyó y fue merced a ese artefacto que Pasifae engendró al Minotauro.




El rey burlado, para proteger al monstruoso híbrido (al que no podía eliminar, sin provocar la ira de Poseidón) o para esconder su vergüenza por el engaño, también buscó la solución en el ingenioso Dédalo.

Pero esta vez el monarca le llamó como arquitecto. Debía hacer para la criatura una casa que la mantuviese a salvo, a reparo de los curiosos, los maledicentes y los dañinos predadores, al tiempo que evitara la protesta de sus nobles vecinos por la desaparición de los suyos, ultimados por el extraño caníbal.

El edificio que el eficiente constructor levantó, con ayuda de su hijo Ícaro, fue el laberinto. (Cabe decir que el Palacio-Templo de Cnosos, construido en la Edad de Bronce, tenía ese diseño.)






 Cuando los artífices terminaron de erigir la Casa de Asterión, fueron confinados para impedir que divulgaran el secreto que encerraba. Cera y plumas, tiempo e inteligencia hicieron posible que armaran alas para su liberación. Enseñanza y aprendizaje de vuelo los consagraron como orgánicos volátiles (con suplementos artificiales). Pero, la imprudencia, la audacia y la temeridad del asistente hicieron que usara esos instrumentos para acercarse, en solitario, al sol.

El calor que irradiaba Helios derritió el pegamento, que ya no fue aglutinante y la caída del joven entusiasta fue inevitable, y con ella se perdió una vida prometedora de muchos logros técnicos en el futuro.  El talentoso Dédalo, esforzado instructor y padre amante perdió a un tiempo a su aprendiz y continuador.





Indudablemente ha sido un hecho lamentable originado en otros que también lo fueron y que pudieron haber comenzado con el rapto de Europa, la princesa fenicia, que tras la violación consumada por Zeus, dio a luz a Minos.






Este penoso acontecimiento es el eslabón al que se enlazaron muchos otros, penosísimos, como la Guerra entre Creta y Atenas. Al respecto los poetas cuentan que Androgeo de Creta fue a Atenas para participar de una Olimpíada. Sus competidores atenienses, envidiando su destreza y temiendo sucumbir ante ella, lo asesinaron.






Por esa razón Minos emprendió una campaña punitiva como represalia. El monarca isleño atacó con éxito, pues venció a Atenas al hallarla desprevenida. Esta ciudad derrotada en la rendición se vio obligada a aceptar como condición, la entrega, cada nueve años, siete doncellas y el mismo número de jóvenes  varones,  de las principales familias, con la doble finalidad: para ofrecer al Minotauro  entretenimiento  (bajo la forma de tiernos manjares) y debilitar al estado ofensor. Esta contienda ejemplifica simbólicamente la sumisión de Atenas a la belicosa Creta.

El rey de Atenas, para evitar que su hijo fuera uno de los infortunados expedicionarios marítimos, lo alejó del trono y lo crió ignorante del tema. Al crecer Teseo, fue informado de su origen y se ofreció voluntariamente para viajar con los que habrían de cumplir con el resarcimiento impuesto por los vencedores.

Llegada la nave a la isla con el contingente de los que iban a morir, comenzaron los festejos con los que fueron homenajeados los condenados. Durante las fiestas y agasajos  de la recepción las hijas de Minos: Fedra  y Ariadna se enamoraron del visitante y le ofrecieron su ayuda para vencer a Asterión: la espada (o el puñal) para matarlo y el hilo conductor para salir sano y salvo del laberinto. Ambas huyeron con el matador, cuando éste dio muerte al Minotauro y liberó a Atenas del yugo minoico y su talasocracia. Aquí tiene lugar la gran pérdida, la de ese único ser que los aedas antiguos rescataron y escritores contemporáneos lamentaron (como Borges y Cortázar).



                                                     Teseo, Minotauro y Ariadna



Era de presumir que con la violación disfrazada de su madre, por el designio divino (que le hizo ansiar la unión con el Toro Blanco) su destino trágico estaba marcado. Murió en la carne y los huesos. Pero, no obstante pervive aún en la memoria colectiva. Tras su ejecución la ira de Poseidón hizo naufragar a la embarcación de los héroes triunfantes. Encalló en una isla, antes de llegar al puerto del Pireo. 

Cuando la marea lo permitió (en la pleamar) Teseo (que no pudo esperar más por no caer nuevamente en la bajamar) levó anclas y partió, sin considerar el cambio de velas acordado como indicador del éxito (o fracaso). Así abandonó y perdió a Ariadna (quien se quedó con Baco – Dionisos).



Ariadna y Baco


También el ejecutor perdió a su padre, quien creyó que su hijo había muerto y decidió suicidarse arrojándose a las aguas del mar, que desde entonces tomó su nombre: Egeo. Su entrega pudo interpretarse como anuncio del posterior dominio griego de la región y el doloroso ocaso de los minoicos.



                                              Ritón de oro



AVE Y MITO

  Ave y Mito  Año IV N° 45 Junio de 2021 Texto: Lic. Alicia Grela Vázquez Imagen y Edición: Prof. Elsa Sposaro Sinsonte - Elsa Sposaro S...