AVE Y MITO
Año II N° 17
Diciembre de 2018
Texto: Alicia Grela Vázquez
Imagen: Elsa Sposaro
SUMARIO
Gaviota
Los trabajos de Hércules (sexta parte)
Gaviota
Profesora Graciela Sovrán Haro
Gaviota que, voladora,
En torno al minarete giras.
Letras árabes suspiran
En el cielo que tú adornas.
Minaretes de la mezquita El-Tabia. Asuán
Gaviotas
Sexta Parte
Es necesario justificar la realización de los Trabajos de Hércules. Ellos se deben a un conjunto de hechos que llevaron a ello. A saber: Creonte en reconocimiento por la victoria obtenida, ofreció sus hijas a Hércules y su hermano Ificles. El semidiós tomó a Megara como esposa. Con ella tuvo tres hijos varones: Terímaco, Creontíades y Deicoonte. Paralelamente, Ificles esposó a Automedusa, a la que después de procrear a sus tres niños, abandonó.
Hércules matando a sus hijos – A. Turchi
También se dice que Hera lo indujo a la locura que lo hizo asesinar a su esposa, sus hijos y dos de los de su hermano. Sólo sobrevivió su sobrino Yolao. Horrorizado por su sangrienta masacre, se hubiese suicidado, pero el oráculo de Apolo le dijo que podría purgar su culpa, si fuese a servir al rey de Micenas, su primo Euristeo. Éste ordenó, en principio diez trabajos, pero dos no se los tomó en cuenta por haber recibido ayuda externa para realizarlos. Así fue le sumó dos más.
Apolo
De algún modo se lo consideró inimputable y se le otorgó el beneficio de lo que hoy sería una probation, como si se tratase de un caso delictivo menor. El emparentado monarca le impuso como desafío una serie de tareas de muy difícil realización y cumplimiento: los trabajos de Hércules. Todos ellos remiten a Hera, por la región o el viviente involucrado. Siempre son violentas, pues implican robo o muerte.
Hera
El undécimimo trabajo (para algunos el último) y probablemente el más difícil, fue capturar y llevar ante en rey Euristeo al perro Cerbero. Este fabuloso animal custodiaba la puerta del Inframundo: el país de (todos) los muertos, la región de las sombras y el reino del dios Hades (Plutón, para los romanos) y su esposa Perséfone y el hermano de Zeus.
Cerbero – W: Blake
Este mitológico ser impedía el tránsito entre ambos mundos. Este fantástico portero no dejaba a los muertos salir, ni a los vivos entrar, sin un permiso o salvoconducto especial. Era como los actuales muros alrededor de un cementerio.
La tradición dice que tenía tres cabezas, pero Hesíodo afirmó que eran cincuenta, además tenía una serpiente por cola. Su nombre: Cerbero, para los griegos significaba Demonio del Pozo. También se decía que era hermano de Ortros (Orthus) el perro bicéfalo pastor el ganado del gigante Gerión.
Ortros
Antes de entrar en el Averno, Hércules fue a los Misterios Eleusinos, para expiar sus pecados (como la muerte a los Centauros). Encaminándose primero hacia el sur, fue guiado por Atenea y Hermes. Llegado a la laguna Estigia fue conducido por el barquero Caronte.
Cerbero – G. Arcimboldo
Una vez que hubo ingresado, Hércules mató al ganado de Plutón y luego le pidió (a Hades) permiso para llevarse a Cerbero. El dios de la oscuridad se resistió y enfrentó al héroe, pero finalmente aunque de mala gana, cedió. Otras historias cuentan que llegaron a un buen acuerdo entre ambos, tras la intermediación de Atenea y Hermes.
Can Cerbero – G. Doré
Entrado en el lugar vedado a los vivos, encontró a algunos heroicos compañeros muertos. De ellos sólo consiguió salvar a Teseo, que había sido apresado en su intento fallido de rescatar a Perséfone. Fue entonces cuando prometió a Meleagro, el cazador del Jabalí de Calidón, casarse con su hermana Deyanira, que fue su tercera esposa.
Hércules y el can Cerbero – Zurbarán
Ovidio contó poéticamente cómo el can fue arrancado del oscuro reino y durante todo el camino con sus ladridos llenaba el aire al que iba su peligroso aliento. Agitado por la furia el animal dejaba fluir el sudor, mientras que de sus fauces caía una ponzoñosa espuma sobre el suelo pedregoso, contaminándolo. De él brotó el acónito, una planta venenosa con propiedades analgésicas.
Acónito
Evitando la mirada del perro, Hércules consiguió finalmente llevarlo ante el rey Euristeo, quien permanecía oculto en su ánfora, por el miedo que la poderosa pareja le provocaba. Habiendo considerado su primo que la tarea había sido cumplida, permitió que el canino fuese devolvuelto a su oscuro y tétrico lugar.
Hércules y Cerbero
De regreso el héroe trató al perro amablemente. Eso nunca había sucedido, pero fue suficiente para domesticarlo. El héroe lo entregó para su devolución a Palas Atenea (Minerva) y Hermes (Mercurio), quienes dieron cumplimiento al compromiso contraido con Plutón para permitir la salida de Cerbero de sus dominios.
Hércules y Cerbero
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